martes, 14 de enero de 2014

¿Puede definirse ‘literatura’?

Suelo estar acostumbrada a dar recomendaciones de obras literarias para amigos y conocidos que están interesados en entretenerse con la lectura. Generalmente piden títulos de novelas, más no de poemarios o cuentos. Simplemente no puedo dar una respuesta y trato de atinar a sus gustos y no a los míos porque cada quién concibe algo distinto de lo que es literatura y peor aún ‘buena literatura’. Nunca oso recomendar obras cuyo prestigio se deba por pertenecer al canon occidental, pero tampoco suelo recomendar títulos en base al mayor número de ventas que han generado. Y es ahí cuando comienza el problema de la definición del término literatura porque cada quien tiene una respuesta diferente. Sólo algunos teóricos literarios, al comenzar a plasmar sus ideas, se comprometen a alcanzar una definición de literatura porque es su objeto de estudio.

Terry Eagleton, en la introducción a su libro Una introducción a la teoría literaria comienza por explicar lo que es la literatura, porque a pesar de que el libro está destinado al estudio de la teoría literaria, se debe partir, como él dice, sobre lo cual se teoriza la teoría literaria.

El autor enlista diversas respuestas que se han dado a lo largo del estudio de la literatura pero resultan insuficientes. Queda descartado definir la literatura como obra de “imaginación” en el sentido de ficción porque existen obras que en el momento de su aparición fueron consideradas filosóficas y hoy en día se consideran literarias, por poner un ejemplo. 

A pesar de que el trabajo de los formalistas rusos sobre la teoría literaria es amplio, presentan diversas carencias cuando definen literatura. Eran partidarios de todo aquello que tiene un lenguaje connotativo o que “violenta organizadamente el lenguaje ordinario” (Jakobson) al momento de definir literatura. ¿Qué es literatura? Todo aquello que tiene figuras retóricas. Pero en la vida cotidiana hacemos uso de éstas sin darnos cuenta y no por ello estamos haciendo literatura. Sin embargo, con estas afirmaciones los formalistas rusos intentaron hacer de la literatura una ciencia para revisar la forma en que los textos funcionaban, desplazando el contenido literario.

Otra aproximación a lo literario, siguiendo la misma línea de los formalistas, es aquella en la que la literatura saca a las personas de la automatización que el lenguaje rutinario y las percepciones cotidianas les han originado. Por lo tanto, lo literario es toda aquella desviación de una norma (similar a lo que la estilística estudia). Pero una desviación de la norma no puede entenderse como algo estable o universal puesto que el concepto norma varía según el contexto social, el sexo, el estatus, entre otros factores.

No se puede considerar literatura toda obra que posea desviaciones de la lengua porque existen movimientos literarios como el naturalismo cuya característica principal es la reproducción exacta de la realidad de una sociedad, dejando a un lado el lenguaje connotativo y poético, por poner un ejemplo. Y no por ello deja de ser literatura. Esta definición caería en la exclusividad de considerar literatura a la poesía, que es la que usualmente hace uso de un lenguaje que se desvía de la norma.

Posteriormente el autor aborda el tema del poder en la literatura y su forma de circular hasta llegar a manos de la gente. Esta reflexión nos permitirá entender que no podemos concebir una definición absoluta e inmutable de literatura porque algunos textos nacen literarios y a otros se les impone ser literarios. Esto, a mi parecer, no es más que una explicación en la que de fondo se perciben los ecos de las teorías de Roland Barthes y Michel Foucault con el conocido texto titulado La muerte del autor y el tema de los círculos de poder, respectivamente.

Cuando el autor dice que no hay absolutamente nada que constituya la esencia de la literatura es porque diversos elementos confluyen para que unas obras sí sobresalgan y otras no, pero esto depende de cada época. No se puede concebir al Quijote de la Mancha de la misma forma en el momento en que apareció que en nuestros días. Cada época ha concebido algo diferente de una obra determinada, es decir, no es inmutable. Depende más bien del contexto social porque cada vez que se lee, se rescribe. La literatura y los fundamentos para determinar una obra como literaria cambian a través de las épocas de acuerdo con los juicios de valor.

Por último, la ideología es un factor que determina lo que cada sociedad entiende por literatura. La definición del autor de ideología no es más que una estructura de poder que influye en la sociedad de manera inconsciente. Michel Foucault decía que saber es poder; por lo tanto, sólo ciertos grupos sociales-intelectuales son los que le dan valor literario a una obra determinada, razón por la cual el canon occidental ha sido criticado innumerables veces.

Es difícil definir literatura. Podríamos conformarnos con una definición sencilla como aquellas que dicen que es la que transmite sentimientos e historias expresadas estéticamente. Sin embargo, considero que esta definición es insuficiente porque existen otros factores (esferas de poder, juicios de valor) que hacen del mundo literario una inquisición en la que sólo unos cuantos pueden dictaminar y afirmar qué es literatura. Probablemente a lo largo de la historia existieron obras que hoy en día han desaparecido porque debieron ser destruidas o no fueron aprobadas por las esferas de poder de aquel entonces. Cada época con su respectiva ideología es responsable de definir literatura.

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